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La situación económica en Cuba ha sido un tema de discusión constante en los últimos años. La aprobación de la Ley de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) en la Isla generó algunas expectativas de cambio y mejora en la economía. Sin embargo, un análisis realizado por Emilio Morales en el Dossier No. 12 “Deshielo 2.0 y MIPYMES no cambian la realidad: en Cuba no hay libertad económica revela que la falta de libertad económica y otras restricciones en el país impiden que las MIPYMES sean la solución a la crisis.

La reciente Ley de MIPYMES en Cuba ha resultado en la aprobación de miles de estas empresas: en dos años 8,938 MIPYMES. A primera vista, podría parecer un paso hacia el progreso económico. Sin embargo, las restricciones impuestas por el gobierno cubano limitan la verdadera libertad económica que estas empresas necesitan para prosperar.

Comparando con otros países de América Latina, donde la supervivencia de las MIPYMES en condiciones de libertad económica supera el 45% en los primeros dos años, el número de MIPYMES establecidas en Cuba en ese período resulta decepcionante.

Para tener una idea de cómo se comportan las MIPYMES en América Latina. Los países que menos tienen son Bolivia y Panamá con un poco más de 50,000 cada uno. Un mayor número de MIPYMES corresponde a México (4,170,755), Perú (2,367,735), Colombia (1,605,481), República Dominicana (1,400,000) y Chile (990,532). El resto tiene entre 147,000 y 880,000.

Por otro lado, la decisión de emigrar ha superado con creces la de emprender un negocio bajo la Ley de MIPYMES, lo que demuestra el desencanto del pueblo cubano con esta opción. Ante la disyuntiva que hoy viven los cubanos –emigrar o emprender un negocio bajo la nueva Ley de MIPYMES– como oportunidades para volver a empezar, ha prevalecido de forma aplastante la decisión de emigrar. Ya han llegado a EEUU más de medio millón y otro millón y medio espera por el parole humanitario.

El documento llama la atención de que muchas de las aspiraciones expresadas este mes de octubre por algunos mipymeros de visita en Miami coincidieron con las demandas de Cuba Siglo 21 presentó ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.

Cuba Siglo 21 considera que se requieren cinco libertades básicas para un genuino desarrollo del sector privado en Cuba: derecho a registrar y operar negocios libremente, no discriminación en el registro y operación de negocios, derecho a decidir sobre la gestión de la empresa, derecho a importar y exportar directamente y el derecho a la libre expresión y asociación.

Adicionalmente Morales alerta que un nuevo deshielo, que bautiza como Deshielo 2.0 tampoco es solución para la crisis multisistémica que sufre la Isla. Desde el primer Deshielo promovido por Obama ocurrieron las protestas del 11J y su brutal represión, el alineamiento diplomático, de propaganda y ahora, para colmo, militar con Rusia en su agresión contra Ucrania. Además, las huellas de la injerencia de los oficiales de inteligencia cubanos en las violentas acciones urbanas para desestabilizar los gobiernos de varios países latinoamericanos aparecieron una y otra vez.

El Dossier concluye que el camino hacia el desarrollo de un sector privado genuino en Cuba requiere cambios significativos en las políticas gubernamentales. Sin estas libertades económicas y derechos básicos, las MIPYMES en Cuba no pueden ser la solución a la crisis económica del país. La supervivencia del régimen cubano pende de un hilo, y cualquier cambio debe incluir la promoción de la libertad económica y los derechos fundamentales de los ciudadanos cubanos.

El principal escollo a la prosperidad en Cuba no son las sanciones exógenas, sino el bloqueo interno que tiene impuesto el régimen a sus ciudadanos. Es el bloqueo mental de los oligarcas que controlan el país, quienes no acaban de entender que su tiempo ya pasó, que para que el país funcione, para que fluya el capital y para que la economía y la población salgan a flote se necesita una democracia.


Las cinco libertades básicas que el sector privado cubano necesita

La asociación Cuba Siglo 21 afirma que la ausencia de libertad económica y de otros derechos básicos asociados a ella bloquean el establecimiento de un genuino sector privado y la prosperidad del país. Esos derechos asociados al ejercicio de la libertad económica son los siguientes:

1– Derecho a registrar y operar negocios de forma libre e independiente. Los emprendedores necesitan poder registrar empresas de forma directa, sin autorizaciones de intermediarios. Para dirigir o trabajar en esos emprendimientos ha de respetarse la plena libertad de todo ciudadano para moverse dentro o hacia fuera del país.

2- Derecho de cada ciudadano a no ser discriminado para poder registrar, poseer y operar un negocio privado. Esto incluye por discriminación por raza, género, orientación sexual, lugar o país actual de residencia, ideología política o creencias religiosas.

3- Derecho a decidir libremente sobre el manejo y proyección de la empresa (dimensión y magnitud de la inversión, sector en que va a invertir, fijación de precios, selección de socios y trabajador

4- Derecho a importar y exportar productos, servicios e insumos de forma directa.

5- Derecho de empresarios, campesinos privados y trabajadores –sean urbanos o rurales– así como de todos los ciudadanos, a ejercer la libre expresión y asociación y a ser atendidos por cortes especiales independientes para solventar posibles conflictos comerciales y laborales.

Hoy los emprendimientos ciudadanos en Cuba no gozan de esas libertades y derechos por lo que no pueden ser considerados genuinos gestores privados independientes y no pueden liberar todo su potencial de beneficios sociales y económicos.

Por otro lado, en Cuba se han minimizado las inversiones sociales en educación, salud, garantizar la canasta de alimentos y los servicios básicos de energía, agua y transporte.  En la primera mitad de 2023 el gobierno de Cuba destinó la cuarta parte de la inversión total del país al sector de los servicios empresariales e inmobiliarios (hoteles). Mientras que dedicó solo el 10% del monto destinado a ese sector a la agricultura y ganadería, así como el 5% a educación, al igual que en el sector de la salud.  Esto demuestra la nueva política de negligencia social.

Sin haber primero liberado las fuerzas productivas se ha desatado una vertiginosa inflación que ha lanzado a más de la mitad de la población a la precariedad y miseria. Hoy el salario promedio no alcanza los $17 USD. Un genuino sector privado podría contener y comenzar a aliviar esa situación. Pero sin auténtica libertad económica no podrá hacerlo.

La libertad de los presos políticos junto al restablecimiento pleno de la libertad económica y los derechos asociados a su ejercicio (incluidas las libertades de pensamiento, expresión y asociación) podrían, al menos, ser un primer paso -ciertamente no el último- hacia la verdadera meta: una sociedad abierta y próspera, regida por un estado democrático de derecho y una economía libre. 

Hoy el emprendimiento ciudadano en Cuba no goza de esas libertades y derechos por lo que no puede ser considerado un genuino sector privado e independiente ni pueden liberar todo su potencial de beneficios sociales y económicos. Hasta que en Cuba no se cumplan al menos estas cinco libertades cualquier intento de ponderar el desarrollo de un en genuino sector privado se convertirá en un esfuerzo inútil.


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Foto portada: El Toque