El conglomerado militar GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A.) ha perdido prácticamente todo control sobre el negocio de las remesas que ingresan al país desde el exterior, según una investigación revelada por el economista Emilio Morales.
Actualmente, más del 95% del flujo de remesas hacia la isla está siendo canalizado por una red de más de 150 bancos informales, en un fenómeno que Morales califica como una “rebelión financiera ciudadana”. La pérdida de confianza en las instituciones estatales, agravada por la inflación, la dolarización parcial de la economía y las sanciones internacionales, ha empujado a la ciudadanía a evitar los canales oficiales controlados por el Estado.
GAESA: de monopolio a marginal
Según datos recopilados hasta mayo de 2024, GAESA apenas habría recaudado unos 81.6 millones de dólares en remesas en todo el año, lo que representa solo el 4.13% del total estimado de envíos desde el exterior, que fue de 1,972 millones de dólares en 2023.
El descalabro financiero de GAESA ocurre tras una serie de intentos por evadir las sanciones de Estados Unidos. Entre ellos se encuentra la creación de la empresa ORBIT S.A., presentada como una entidad independiente del Estado, pero vinculada directamente a FINCIMEX y otros entes militares. Sin embargo, las investigaciones de medios como El Nuevo Herald y Proyecto Inventario expusieron los vínculos estructurales entre ORBIT y GAESA.
Efecto boomerang del ordenamiento económico
El colapso del sistema estatal de remesas no puede entenderse sin las medidas económicas adoptadas desde 2021. La “Tarea de Ordenamiento”, lejos de estabilizar la economía, generó una espiral inflacionaria y agravó el descontento popular. La apertura de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y la prohibición del uso de dólares en efectivo solo profundizaron la crisis de confianza en los bancos estatales.
A esto se suma la ola migratoria más intensa en la historia del país: entre 2020 y 2023, más de 850,000 cubanos emigraron solo a Estados Unidos. Contra lo esperado por el régimen, este fenómeno no aumentó el volumen de remesas, sino que lo redujo, debido a que los nuevos emigrados priorizan la reunificación familiar y enfrentan dificultades económicas propias en el exilio.
Impacto político y económico
La pérdida de este mercado estratégico ha tenido consecuencias directas sobre la capacidad financiera de GAESA, cuya red de empresas abarca desde supermercados hasta la construcción hotelera. Según el Havana Consulting Group, entre 2009 y 2022, el conglomerado invirtió más de 24,000 millones de dólares en nuevos hoteles, financiados en parte con remesas y salarios de médicos cubanos contratados en el extranjero.
Informes anteriores ya habían documentado cómo los ingresos del personal de salud eran canalizados hacia el Banco Financiero Internacional, propiedad de GAESA, y utilizados para financiar proyectos turísticos como los gestionados por GAVIOTA S.A., también bajo control militar.
Una derrota sin reverso
Morales considera que el desplome del control estatal sobre las remesas representa un punto de inflexión en la gobernanza económica del régimen. “Hoy GAESA apenas alcanza un poco menos del 5% del volumen del mercado de remesas. Esta situación no va a cambiar en el corto ni en el mediano plazo”, concluye el informe.
Para el autor, la rebelión financiera ciudadana no solo ha debilitado las finanzas del régimen, sino que también ha expuesto la fragilidad de su modelo económico y la pérdida de legitimidad de sus instituciones.