Nuevos establecimientos autorizados a importar y a vender en el sector del comercio minorista que recién se observan en la capital cubana, los aprueba la ministra de Comercio, pero no todos los cubanos obtienen la autorización, solo los “elegidos”. Es capitalismo Made in Rusia lo que se avecina en Cuba.
Milton, dueño de una cafetería que oferta pizzas, comida, cerveza y entrepanes considera que esta “nueva modalidad tiene a favor que puedes comprar un grupo de insumos en pesos, a precios más económicos que el de las tiendas MLC. Pero como siempre sucede en Cuba detrás de esos negocios hay ‘gato encerrado’. Yo intenté conseguir una licencia para importar directamente cerveza y alimentos de México, donde reside mi esposa, pero las empresas importadoras del Estado me dijeron que solo ellos estaban autorizados o -ahí comienza la intriga-, negocios privados y MIPYMES avalados por el gobierno. No cualquiera puede abrir una de esas empresas. Son gente escogida”.
¿Quién está detrás de esas MIPYMES que florecen en La Habana?
A finales del mes de diciembre, en un antiguo Sylvain, una cadena estatal que vende panes y dulces, ubicado en Santa Catalina entre Párraga y Poey, a veinte minutos en automóvil del centro de la ciudad, se comenzó a vender una gama de productos deficitarios como papel sanitario, confituras y leche en polvo, a precios similares a los del mercado informal.
Mariana, ama de casa, se queja que a veces los precios son “más caros que en la bolsa negra. Por ejemplo, una lata de malta de 200 mm, cuesta 180 pesos, cuando en muchos negocios particulares venden la lata de 355 mm en ese mismo precio. La bolsa de leche en polvo sale más cara que comprarla en la calle. La diferencia es que es importada, al igual que el resto de los productos, pero la calidad es pésima. El paquete de cuatro rollos de papel sanitario lo venden a 600 pesos. Es de Colombia, pero de muy mala calidad. Peor incluso que el papel sanitario producido en Cuba”.
Cuando usted le pregunta a Orlando, administrador del Sylvain, quién o quiénes, son los dueños de estos nuevos negocios, se encoge de hombros. “El local sigue siendo del Estado y pertenece a la empresa de harina y pan de Diez de Octubre. Pero como no hay productos que vender, la empresa rentó el establecimiento a una MIPYME particular. No le puedo precisar. No tengo esa información”
Ciudadano que busca saber
En la empresa estatal que administra los seis Sylvain existentes en el municipio Diez de Octubre tampoco dieron información. “¿Quién es usted?”, me preguntó un administrativo. “Un ciudadano, que según reza la Constitución, somos propietarios de los medios de producción y tenemos derecho a que se nos informe de los cambios. La gente en la calle se está quejando de los altos precios de venta en esos establecimientos. Quisiera saber, ya que no he leído nada en la prensa, quién los autorizó y quiénes son los dueños de esos emprendimientos”, respondí al funcionario.
Llamé a la oficina de Atención a la población del Partido Comunista municipal de Diez de Octubre, situado en San Mariano entre Saco y Heredia, y tampoco me ofrecieron información.
Un emprendedor, dueño de un bar el oeste de la capital aclara que por comentarios que le han llegado “las MIPYMES autorizadas a importar y a vender en el sector del comercio minorista las aprueba la ministra de esa rama. Ella estampa la firma después de que ‘los de más arriba’, es decir el Consejo de Estado o el Comité Central, le dan el OK”.
La señal
Esa modalidad por ahora está a prueba, le dijeron, pero “forma parte del proyecto de expansión de negocios privados aprobados para el sector de gastronomía y comercio interior. Y todo indica que dejarán de ser del Estado y se constituirán en un MIPYME o una Cooperativa. En la hoja de ruta que se pactó con Boris Titov, el hombre de Putin que estuvo en Cuba para iniciar las reformas de mercado según el modelo ruso, se incluye privatizar el comercio minorista”, concluye el dueño del bar.
Gilda, dueña de un hostal en la zona antigua de La Habana, opina que “se avecinan nuevas reformas en el trabajo por cuenta propia. Tengo una amiga que está bien conectada en GAESA y me dijo que se va a autorizar importar libremente sin mediar con empresas estatales. Aunque sospecho que el gobierno se reserve el derecho de admitir o denegar a determinados negocios o personas. Como siempre”
Desde hace unos años, a ex oficiales de las FAR y el MININT se les ha permitido abrir negocios privados. Yoandy Riverón, identificado como el oficial ‘Cristian’ de la Seguridad del Estado, quien hostigó y reprimió a activistas disidentes y periodistas independientes en la provincia Villa Clara, ahora devenido empresario, es dueño de la tienda de calzado Jona’s SURL en Camajuaní.
Oscar, ex gerente de CIMEX, asegura que “hay una estrategia para reconvertir en dueños de negocios privados a militares y funcionarios retirados para que en un futuro puedan burlar el ‘bloqueo’ yanqui (embargo económico). Desde hace tiempo personajes importantes del gobierno tienen cuentas en paraísos fiscales y son los dueños de negocios muy lucrativos. Utilizan a testaferros y a ciudadanos extranjeros como intermediarios para establecer empresas en el exterior. El sueño de los dirigentes cubanos es aplicar el modelo de Putin”.
El régimen intentará monopolizar los negocios privados más rentables y aglutinar una incipiente oligarquía obediente a sus intereses. Capitalismo Made in Rusia.
Fragmento del artículo “Misterio envuelve nuevos negocios privados que aparecen en La Habana” publicado en Diario de Las Americas