Cuba Siglo 21 recomienda “La ‘troika latina’ contraataca con la represión transnacional”, de Daniel Lozano publicada en el diario español El Mundo, 28 de enero 2024, pagina 22.

Resumen

Las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua despliegan una red de espionaje y hostigamiento que se extiende por todo el continente americano y más allá, con el objetivo de amedrentar y atacar a la disidencia en el exilio. Además, fabrican acusaciones graves, como la de ‘actores terroristas’, para ganar apoyo de terceros países y manipular instituciones internacionales como Interpol.

En el caso de Venezuela, el fiscal chavista Tarek William Saab acusó a militares y activistas en el exilio de conspirar para asesinar a Nicolás Maduro, incluyendo a defensores de derechos humanos, periodistas y líderes políticos. Esta ofensiva se suma a la inhabilitación de líderes opositores, como María Corina Machado, evidenciando una estrategia de represión transnacional para silenciar cualquier forma de disidencia.

La represión transnacional se ha extendido también a Nicaragua, donde se han reportado atentados contra exiliados, como el caso de Joao Maldonado, quien sobrevivió milagrosamente a un ataque en Costa Rica. Esta represión busca neutralizar a los críticos y desalentar la articulación entre la diáspora y la población nacional.

El historiador Armando Chaguaceda destaca que estas acciones forman parte de una estrategia planificada y sistemática por parte de regímenes autoritarios, que buscan asediar y neutralizar a sus críticos exiliados en cualquier escenario internacional.

Para lograr sus objetivos, estas dictaduras cuentan con aliados internacionales, como Rusia y China, y han establecido organismos de integración regional, como la CELAC y el Grupo de Puebla, para difundir su narrativa y obtener apoyo político. Además, utilizan mecanismos de propaganda, como Telesur, para difundir desinformación y manipular la opinión pública.

Cuba, como la dictadura más antigua, ha desarrollado una red de inteligencia que opera en diferentes países, con embajadas que sirven como centros de espionaje en Europa y América Latina. Este modelo represivo ha sido exportado a Venezuela y Nicaragua, creando una red global de persecución de disidentes.

Las falsas acusaciones y la persecución legal forman parte de una estrategia para establecer una identidad de terroristas en cualquier disidente u opositor, obligando a otros gobiernos a colaborar con estos regímenes autoritarios. Esta persecución se intensifica cuanto más débil es la situación legal del disidente, como en el caso del ex prisionero político Lorent Saleh, quien fue entregado a Venezuela y sufrió torturas.

En resumen, la represión transnacional de las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua busca anular a sus críticos, silenciar la disidencia y perpetuar su poder autoritario, aprovechando alianzas internacionales y manipulando instituciones internacionales para lograr impunidad y control sobre la oposición, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Daniel Lozano

Daniel Lozano (Madrid, 1965), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y máster de Periodismo de El País. Trabajó durante ocho años en Diario 16. Freelance desde 1997, ha publicado en la mayoría de los grandes medios españoles (El País Semanal, El Magazine, Interviú, GQ, Rolling Stone, Paris Match, DT, El Dominical, El Semanal, Vogue, entre otros) y en medios de comunicación de Portugal, México, Venezuela y Argentina. Además, es consultor periodístico de Innovation International Media Consulting Group, con la que ha participado en la renovación de una quincena de periódicos en América Latina y Europa.  Actualmente trabaja en El Mundo.