Según datos de Havana Consulting Group, 2021 fue el año en que Cuba recibió la menor cantidad de ingresos por concepto de remesascon una entrada de 1,084.01 millones de dólares, desde 3,128.93 millones recibidos en 2019 a través de la sancionada FINCIMEX.


Llama la atención el descubrimiento relativamente reciente, por parte de instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, acerca del impresionante monto y papel que desempeñan las remesas financieras de los migrantes. Basta revisar algunas cifras aportadas en fechas recientes por esa institución:

  • Aproximadamente el 3% de la población mundial vive fuera de sus países de origen.
  • Unos 215 millones de emigrados internacionales (se estima que paralelamente existen también otros 700 millones de migrantes internos) enviaron más de 406 mil millones de dólares a países en vías de desarrollo en 2012. Se espera que esa cifra llegue a ser de 515 mil millones en 2015. Como buena parte de las remesas no suelen enviarse por canales financieros tradicionales es muy posible que la cifra real del total sea considerablemente superior a la estimada por el Banco Mundial.
  • Esa institución financiera internacional calculó que el flujo total de remesas —hacia países desarrollados y en desarrollo— en 2012 alcanzó los 534 mil millones de dólares (128 mil millones fueron a países desarrollados) y estima que llegará a un total de alrededor de 685 mil millones en 2015.
  • Estos flujos de remesas financieras a los países en desarrollo superan el monto de ayuda mundial al desarrollo, y son el sostén de millones de personas sumidas en la pobreza.
  • En 2012 India recibió 69 mil millones, China 60 mil millones, Filipinas 24 mil millones y México 23 mil millones.
  • Hay países donde las remesas constituyen un alto por ciento del Producto Interno Bruto como es el caso de Tayikistán (47%), Liberia (31%) o Haití (21%).
  • América Latina y el Caribe recibió 62 mil millones de dólares en remesas durante 2012, de las cuales el 73% provino de EE. UU.

No menos importante es el potencial que encierra la Inversión Directa de las Diásporas (IDD) en sus países o regiones de origen. Un detallado estudio de ese fenómeno fue realizado por el entonces funcionario de USAID (ahora del Departamento de Estado de EE. UU.)

Hay evidencias que permiten pensar que la migración y las remesas contribuyeron de forma positiva a que ciertos países alcanzaran o se acercaran a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas. Los estimados del flujo de remesas se incluyen ahora en las negociaciones sobre la deuda externa de ciertos países que dependen de ellas y el proceso de seguimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas (después de 2015) parece inclinar-se también por la incorporación del ángulo migratorio al elaborar sus proyecciones.

Todo lo antes dicho no supone que la totalidad de los migrantes se involucre de forma constante y en todas las áreas mencionadas con sus países de origen. El investigador de la Universidad de California, en Los Ángeles, Roger Waldinger,7 asegura que solo el 9% de los hispanos de su muestra mantenía una actividad transnacional intensa y amplia con sus países de origen. Pero, como ya se ha visto por las estadísticas del Banco Mundial, ello no impide que las remesas hacia esos países sean de una magnitud sustantiva, tengan un gran impacto social y representen una porción considerable de los ingresos económicos de ciertos países.


Fragmento del libro REMESAS DE CONOCIMIENTO Del Brain Drain al Brain Gain de Juan Antonio Blanco