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La caída del peso cubano (CUP) frente al dólar experimentada en las últimas semanas denota la incapacidad del gobierno para revertir esta situación que ya se ha ido fuera de control. Los grandes culpables de la inflación son GAESA –vinculada al clan Castro y sus allegados– y Miguel Díaz Canel, el presidente impuesto por Raúl Castro.
Las causas raigales de esta imparable inflación es el control corrupto que ha tenido GAESA –una corporación por encima de toda auditoria– sobre las finanzas del país en los últimos 8 años por medio del Banco Financiero Internacional (BFI), la supeditación del gobierno a GAESA y la falta de intención para una reestructuración del modelo económico que ha demostrado con creces su ineficiencia. A falta de un verdadero plan, el gobierno se ha empantanado en la improvisación, la mediocridad y el atrincheramiento ideológico, que lejos de traer soluciones positivas para la economía, ha devenido en el quiebre del sistema financiero y su consecuente efecto dominó en el brutal aumento de los precios de productos y servicios que son vitales para la población.
La implementación de medidas disruptivas ha hecho colapsar la economía afectando la mayoría de sus principales industrias y sectores económicos, incluido el sector financiero.
Medidas como la creación de las tiendas MLC[1], la implementación de la Tarea de Ordenamiento Monetario[1], la prohibición de depositar dólares físicamente en las cuentas bancarias[3] y la implementación del nuevo mercado cambiario[4] desataron una espiral inflacionaria que hoy en día ha resultado ser indetenible.
La última medida disruptiva que ha acelerado y ha hecho escalar aún más la crisis inflacionaria fue el aumento del precio del combustible un 500% y las tarifas de electricidad un 25%. Esto ha encarecido el precio de los productos básicos y del transporte. En la práctica esta medida ha acelerado el proceso inflacionario al disminuir el valor real de los salarios, los cuales son insuficientes para cubrir el alto costo de la vida. Hoy cientos de miles de cubanos comen una sola vez al día.
Por otro lado, el control de GAESA sobre las finanzas y la economía impiden la implementación de un programa coherente que transforme verdaderamente el modelo económico y saque al país de la crisis multisistémica en la que se encuentra empantanado.
En este sentido, cabe mencionar el pésimo manejo de las inversiones, las cuales han sido ejecutadas a la conveniencia de los intereses lucrativos de los oligarcas que controlan GAESA. Esto ha dejado sin recursos al propio estado que ha visto pasivamente como sus industrias y sectores más emblemáticos se desmoronaron (industria alimentaria, energía, transporte, servicios de salud, industria azucarera, educación), por falta de recursos financieros y la ausencia de una política inversionista consecuente con las verdaderas necesidades y prioridades estratégicas del país y no de esa corporación. Son hechos irrefutables que muestran la supeditación real que existe del gobierno cubano a GAESA y la ausencia de mecanismos institucionales para controlar y fiscalizar las nada transparentes operaciones de esa corporación.
El “modelo de continuidad” de Díaz Canel ha hecho colapsar el sistema financiero cubano
Cuando Miguel Díaz Canel fue designado presidente del país (octubre 10, 2019), el dólar se cotizaba a 1 x 24 CUPs. Actualmente (9 de mayo de 2024) el dólar se cotizaba a 1 x 395 CUPs. Esto significa un aumento de 1,537.5%. Es obvio que la gestión del equipo de gobierno que dirige Díaz Canel ha sido un gran fracaso. Ver Figura 1.
Figura 1. Evolución de la tasa de cambio del dólar vs el peso cubano. Período 1990-2024
Para comenzar a describir la desastrosa gestión de Díaz Canel y su equipo hay que recordar el desastre causado por la Tarea de Ordenamiento Monetario que se implementó para eliminar la dualidad monetaria y resultó ser una medida multiplicadora en la cantidad de monedas controlando la economía del país: el dólar, el euro, el MLC y el peso cubano CUP.
La Tarea Ordenamiento se convirtió en el tiro de gracia al cuentapropismo. Entre la subida de precios a los insumos, el tope de precios impuesto por el Gobierno al sector no estatal, las altas multas y la demonización de los emprendedores en la prensa, se ponía en marcha la puesta en escena del asesinato del cuentapropismo. Todo quedaba listo para presenciar el entierro de la fuerza laboral de más rápido crecimiento y mejores resultados que tuvo el país en los últimos seis años antes de la implementación de la Tarea de Ordenamiento.
El desastroso sistema financiero cubano
Si hacemos un análisis estructural del sistema financiero cubano es muy fácil constatar que es un verdadero caos. Actualmente, existen tres tasas de cambio para el peso cubano: una tasa informal variable (actualmente 395 CUP por un USD) y dos tasas oficiales constantes (una de 24 CUP por 1 USD y otra de 120 CUP por 1 USD). Tal diversidad en la tasa de cambios distorsiona el funcionamiento del mercado, lastra la actividad empresarial de las empresas estatales y no estatales, entorpece los procesos productivos, afecta los precios de los productos y reduce el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y las pensiones de los jubilados. Esto trae como consecuencia el quiebre de las empresas, el desabastecimiento de productos, el encarecimiento del costo de la vida para la población, la caída de la producción, de las exportaciones y el aumento de la dependencia de la importación de productos desde el exterior.
El efecto dominó que generan, entre otras, estas incongruencias mencionadas del sistema financiero cubano han contribuido también a esta escalada inflacionaria imparable en la que está sumida la economía. Esta crisis, por un lado, contribuye de manera directa al aumento de las desigualdades sociales, y por otro, no ayuda a encontrar una salida a la crisis económica general en la que está sumergida el país.
A este desastre hay que sumar la acaudalada deuda externa cubana que asfixia la economía del país. Cuba ha incumplido sus compromisos de pago con los deudores que le perdonaron y/o restructuraron los pagos de una millonaria de deuda de 42,000 millones de dólares en el 2015[5]. Hoy el país debe alrededor de 46,000 millones de dólares de los cuales solo reconocen alrededor de 20,000 millones[6] y no tiene líneas de créditos por ser mal pagador. Ni siquiera sus aliados políticos como China y Rusia conceden ya líneas de créditos importantes, pues no consideran a Cuba un socio económico confiable.
Para colmo de males el sistema financiero cubano se ha quedado prácticamente sin efectivo. Ya ni los trabajadores ni los jubilados pueden siquiera cobrar sus salarios en los bancos y en los cajeros automáticos[7] Esta situación se ha generalizado en todo el país. El dinero ha ido a parar al mercado informal, no retorna a los circuitos financieros del estado cubano. El estado también se ha quedado sin capital para imprimir dinero.
El anunciado proceso de bancarización fue otro de los catalizadores de la escalada inflacionaria. Una vez más el gobierno trazó una política errada sin medir las consecuencias. Para hacer un proceso de bancarización como el que pretendió implementar el gobierno cubano se requerían millonarios recursos financieros para invertir en tecnología, en modernizar y ampliar la red de cajeros automáticos, en proveer terminales de pago a toda la red de comercio de las MIPYMES, los cuentapropistas y empresas estatales. Esto en la práctica ha sido imposible de ejecutar. Amén de que cada apagón desconecta esos servicios.
Finalmente, el mercado cambiario sigue dominado por el mercado informal. Las MIPYMES, los cuentapropistas y la población en general han creado un circuito financiero que funciona de forma paralela al del estado, y es el que en la práctica controla la compraventa de divisas en el país y el que establece la tasa de cambio real por el cual se rige el mercado
Cronología de la escalada inflacionaria
Para poder entender la situación en la que hoy se encuentra el país desde el punto de vista financiero y comprender como se ha llegado a esta crisis inflacionaria se hace necesario hacer una reconstrucción de los factores y hechos que se han ido concatenando en los últimos ocho años y que ha resultado en esta crisis inflacionaria que hoy sacude al país y ha sumido en la pobreza a más del 80% de la población cubana.
El inicio: el control del Banco Financiero Internacional
Todo comenzó cuando GAESA tomó control de las finanzas del país para su propia conveniencia. Para ello, en junio del 2016 en una oscura y no transparente operación el Banco Central de Cuba (BCC) cedía el Banco Financiero Internacional (BFI) [8] a la estructura empresarial de GAESA.
Oportunidades perdidas y una cadena de errores
Es importante destacar que, con anterioridad, en el 2015 el régimen cubano a raíz del deshielo logró limpiar la deuda externa cuando varios acreedores incluidos el Club de París le condonaron 42,000 millones de dólares y restructuraron los pagos de alrededor de 9,466 millones de dólares que quedaron por pagar.
En abril del 2018 Díaz Canel es designado presidente del país. Sin embargo, en su alocución como presidente expresó que Raúl Castro tomaría las decisiones de mayor trascendencia. De esta forma, quedaba marcada una línea roja de lo que podía y no podía hacer Díaz Canel aun siendo presidente de la nación[9]. Para ese entonces, 2018, la tasa de cambio en el mercado informal era de 1 USD por 24 CUP.
¿Cómo eliminar el caos financiero?
Para poder eliminar todo este caos financiero es imprescindible poner orden en el propio gobierno. En primer lugar, el Banco Central de Cuba (BCC) debería retomar el papel que le corresponde y que cedió a al BFI de GAESA. Debe asesorarse y seguir los estándares internacionales de cómo debe manejar la industria financiera y la economía para abordar el tema de la inflación. Para ello, debe dar el paso de reconocer la tasa de cambio en el mercado informal y ajustar un plan de unificación cambiaria. Por otra parte, tiene que frenar la emisión de efectivo de manera descontrolada sin respaldo productivo y hacer una reducción drástica del gasto público, para disminuir el déficit fiscal. Junto con esto, debe hacer una profunda reforma financiera que le permita retomar el control de las finanzas del país. Para esto, es imprescindible que el BCC tome el control del BFI y fiscalice la actividad financiera y bancaria de GAESA.
De igual manera, el gobierno debe implementar una transformación del modelo económico que contemple una verdadera apertura hacia una economía de mercado con la liberación incondicional de las fuerzas productivas. Tiene que reorientar de forma urgente las prioridades inversionistas en el país y poner los recursos en los sectores estratégicos que la economía necesita, y garantizar que sean supervisados y fiscalizados por las instancias gubernamentales creadas para ello y no permitir que un grupo de oligarcas disponga de las finanzas del país a su libre albedrio y propias conveniencias.
Tiene que dar pasos serios en permitir la inversión de los exiliados cubanos sin condiciones limitantes, crear un marco legal que apoye y estimule el desarrollo de una economía de libre mercado, donde entre otras cosas también se permita la banca privada. Además, debe comenzar a pagar la deuda a sus acreedores, renegociar las deudas pendientes de pago, resolver los pleitos pendientes en la corte y tratar de recuperar la confianza en los acreedores para volver acceder a líneas de créditos. Si a alguien le parece que son muchas las recomendaciones del autor, la culpa es de quienes permitieron que se acumularan los problemas.
Conclusiones
La economía cubana se encuentra sumida en una crisis inflacionaria que no ha podido ser detenida por el gobierno. Los máximos responsables de esta situación no son el embargo, ni las sanciones de EE. UU., sino un problema interno: un sistema obsoleto y colapsado junto al pésimo manejo de quienes lo gerencian.
Como se ha documentado, los supremos responsables de esta crisis inflacionaria son GAESA y el presidente Miguel Díaz Canel. La guerra contra la economía de Cuba existe, pero no se dirige desde un departamento de la CIA, sino desde las oficinas de los directivos de GAESA y de su pelele presidencial, Díaz Canel, en el Consejo de Estado. Ellos son quienes la han destruido.
La imparable crisis inflacionaria es el fruto de una política deliberada y corrupta con graves impactos sobre el bienestar de la población. Sus verdaderos autores la desataron saltándose todos los poderes de las instituciones del estado encargadas del control de las finanzas de la nación para poder malversar los recursos financieros del país.
Han sumido en la pobreza a millones de cubanos. Cientos de miles solo pueden comer una vez al día. Han privado a la población del derecho a satisfacer necesidades de primer orden como el transporte, el abasto de agua, el suministro de energía eléctrica, los alimentos y las medicinas. Privar como resultado de políticas deliberadas a los ciudadanos de servicios esenciales que degradan su existencia y bloquear libertades básicas que les permitan crear riquezas y tener una esperanza de que las cosas pueden cambiar es un acto genocida propio de un estado fallido. Esta crisis humanitaria innecesaria ha generado en años recientes, solo hacia EE.UU., un éxodo de 723,146 cubanos que huyen del hambre, la miseria y la falta de oportunidades. La Cuba actual no tiene proyección de futuro. Los oligarcas cubanos han prohibido los sueños.
Pero lo más repugnante es que el estado mafioso totalitario que ha generado esta situación de crisis con su bloqueo de libertades básicas y corrupta gestión administrativa ahora amenace por la televisión con cadena perpetua y pena de muerte a todo ciudadano que se decida a reclamar sus derechos a través de manifestaciones –cívicas y pacíficas– tales como las ocurridas el 11 de julio del 2021 y el 17 de marzo del 2024.
Para salir de esta crisis la única solución posible es un cambio de sistema que termine con el poder de GAESA y la hegemonía que ejerce el Partido Comunista de Cuba (PCC) sobre la sociedad y sus instituciones. Para iniciar ese camino es imprescindible que se materialicen las cinco libertades básicas políticas, civiles, económicas y sociales que ya reclama la población[10].
Referencias
[1] Banco Central de Cuba. “Gobierno cubano informa nuevas medidas para las ventas de mercancías en MLC”. Julio 2020. https://www.bc.gob.cu/noticia/gobierno-cubano-informa-nuevas-medidas-para-las-ventas-de-mercancias en-mlc/783
[2] MINREX. “Inicia el 1ro de enero ordenamiento monetario y cambiario en Cuba”. Diciembre 2020. https://cubaminrex.cu/es/node/3910
[3] Granma. “Cuba suspende temporalmente la aceptación de depósitos bancarios en efectivo de dólares de EE. UU.”. Junio 2021. https://www.granma.cu/pensar-en-qr/2021-06-10/en-vivo-informan-temas-de-interes-especial-para-nuestro-pueblo-10-06-2021-19-06-45
[4] Granma. “Cuba inicia la compra de divisas por el Estado con nueva tasa de cambio”. Agosto 2022. https://www.granma.cu/cuba/2022-08-03/informan-sobre-la-implementacion-del-mercado-cambiario-en-cuba
[5] Adams, David. “CUBA 2016: The Havana Consulting Prognosis”. THCG BUSINESS REPORT FEBRUARY 2016 No.1. The Havana Consulting Group and TECH.
[6] HCG Business Intelligence Unit. “Las finanzas del régimen se hunden, mientras la deuda externa lo asfixia”. THCG Business Report, Octubre 2023 Nº5, THCG & TECH.
[7] DDC. “’Vacíos literalmente’, los bancos de La Habana no tienen efectivo”. Junio 2023. https://diariodecuba.com/economia/1687905645_48140.html
Cruz, Rafaela. “Cuba, sin dinero ni para imprimir dinero”. DDC. Mayo 2024. https://diariodecuba.com/economia/1685017056_47392.html
[8] CUBANET. “GAESA absorbe el Banco Financiero Internacional”. Junio 2016. https://www.cubanet.org/destacados/gaesa-absorbe-el-banco-financiero-internacional/
[9] INFOBAE. “Miguel Díaz-Canel fue designado nuevo presidente de Cuba, pero dijo que “Raúl Castro tomará las decisiones de mayor trascendencia””. Abril 2018. https://www.infobae.com/america/america-latina/2018/04/19/miguel-diaz-canel-fue-elegido-nuevo-presidente-de-cuba-en-lugar-de-raul-castro/
[10] Cuba Siglo 21. “EL CONTRAPAQUETAZO DEL PUEBLO: LAS 5 LIBERTADES CONTRA EL TOTALITARISMO”. Abril 2024. https://cubasiglo21.com/el-contrapaquetazo-del-pueblo-las-5-libertades-contra-el-totalitarismo/
