Los precios en Cuba subieron oficialmente un 39% en 2022, un dato que refleja el gran deterioro de la economía de la población y afecta sobre todo a los alimentos, con un alza del 62,9%, según publicó la Oficina Nacional de Información y Estadísticas (Onei) en enero 2023.

Ese año, los precios de los alimentos se incrementaron un 114%. Eso no oculta que los cubanos hayan gastado el doble que hace un año en comer, acumulando subidas. Además, las propias autoridades son conscientes de que el cálculo oficial está lejos de responder a la realidad, ya que es casi imprescindible para la mayoría de los ciudadanos recurrir al mercado informal para encontrar alimentos.

Destacan las subidas de productos muy esenciales en la vida diaria del cubano promedio, como el frijol colorado (13%), el papel higiénico (10,5%) y el frijol negro (10%). Los dulces y las harinas aumentan más de un 8%. Bajan sin embargo el tomate (-19,8%), que en algunos mercados estatales tiene topado su precio, y el pimiento (-5,7).

El economista estadounidense Steve Hanke, que realiza balances teniendo en cuenta la economía informal, situó en un 140% la inflación de 2022 en Cuba, más de tres veces superior a la que facilita el Gobierno con los precios oficiales. Aunque desde que ha comenzado el año reporta aumentos del entorno del 60%, muy altos nuevamente, pero considerablemente inferiores. Además, el experto también contabilizó la devaluación del peso, que desde enero de 2022 ha caído un 57,65% frente al dólar.


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