Respecto al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) sobre la visita de un submarino de EE. UU. en la base naval de Guantánamo y de un barco de guerra ruso a La Habana

(Julio 11, 2023) La declaración emitida hoy, martes 11 de julio, por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) denunciando la presencia de un submarino nuclear de Estados Unidos en la Base Naval de ese país en la Bahía de Guantánamo resulta alarmista y deshonesta por varias razones.

La airada protesta del MINREX se emitió tres días después que el submarino se había marchado. Según la cancillería estuvo allí entre el 5 y el 8 de julio, lo cual no refleja que esa vista haya causado inicialmente alarma. Eso sería lo lógico.

Desde el punto de vista legal el hecho forma parte del movimiento rutinario de navíos en una base que desde 1901 está legalmente arrendada a Cuba y cuyo contrato si bien se ha repudiado por la parte cubana, no se ha llegado a un acuerdo para rescindirlo.

Sin embargo, la terminología empleada por el MINREX ha sido excepcionalmente alarmista al hablar de la presencia de un submarino “nuclear”. La cancillería intenta sugerir con su falta de precisión que estaba cargado de misiles con ojivas nucleares cuando en realidad no era el caso. Esa es una deshonestidad intelectual. Una manipulación mediática.

A lo único que podía aludir es a que estaba propulsado por energía nuclear lo cual es hoy la norma de todos los submarinos occidentales en el mundo. De lo contrario habría que preguntarse si las FAR y el MINREX son tan ignorantes de la realidad del armamento estadounidense que no sabían que el último submarino movido por diesel –el Dolphin (AGSS-555) – fue desactivado en 2007 y reposa en un museo de barcos en San Diego, California.

¿Por qué razón el MINREX decide “denunciar” con tanta tardanza una situación que consideraba tan grave?  ¿Por qué no lo hizo a la llegada del submarino el día 5, o bien cuando se marchó el día 8, ni tampoco lo denunció los días 9 y 10?  Por la simple razón de que esa “airada” pero demorada denuncia sobre un hecho corriente en Guantánamo es en realidad una medida activa.

El régimen cubano pretende distraer la atención mediática internacional de la llegada este 11 de julio de un barco de la Flota del Báltico que define como vista amistosa y cargada de ayuda humanitaria en contraposición al “tenebroso submarino nuclear yanqui” en la base naval de Guantánamo.

Lo que sí es preocupante –como denunciaron el general Del Pino y Cuba Siglo 21– es que el régimen de Raúl Castro decidió de forma inconsulta sumar a nuestro país a una guerra en Europa –como parte beligerante en los frentes diplomáticos, de propaganda y ahora militar– de la coalición liderada por Rusia en una agresión imperialista, criminal y genocida contra Ucrania condenada por Naciones Unidas. Eso no es un hecho corriente como la llegada de un navío de propulsión nuclear la Base de Guantánamo.

Lo que preocupa a los cubanos es que hay militares de las FAR en Bielorrusia y el ministro, general López Miera, se entrevistó con sus contrapartes en Rusia y aquel país para planificar en detalle la participación de Cuba en esa guerra en territorio europeo.

Lo que es mucho más preocupante es que la inteligencia electrónica que se ha venido recogiendo desde Cuba de las comunicaciones en Estados Unidos es ahora inmediatamente operativizada por Rusia para sacar ventaja en su guerra en Ucrania.

Y también es ciertamente preocupante la estrategia de prestar el territorio nacional a visitas navales “amistosas y humanitarias” de “confraternización” con fuerzas navales de Rusia en momentos en que el Kremlin desarrolla una guerra de agresión imperialista contra Ucrania.  Visitas como las del barco Perekop concuerdan con la estrategia propuesta por Raúl Castro a Andropov en su conversación el 29 de diciembre de 1982 que Cuba Siglo 21 publicó junto al análisis del general Rafael del Pino el pasado día 10.

El peligro está en la Plaza de la Revolución. Es bueno recordarlo este 11 de julio, segundo aniversario de las protestas nacionales de 2021. ¿Se escogió esta fecha para la llegada del buque ruso por pura coincidencia?

Juan Antonio Blanco
Presidente Cuba Siglo 21