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La caída de forma conjunta en más de un 50% de las tres principales líneas de ingresos de Cuba —exportación de servicios médicos, remesas y turismo— ha acelerado el colapso del sistema.
La celebración de la acción violenta que dio inicio a la revolución de Fidel Castro —el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953—no es un día de fiesta, ni un aliciente esperanzador para los todavía sobrevivientes participantes de estos hechos, ni para la cúpula que junto a ellos hoy detentan el poder en el país. Es todo lo contrario, es un día que comienza a marcar la cuenta regresiva de la extinción del régimen cubano dada la profundidad de la crisis en la que se encuentra empantanado y su incapacidad manifiesta para salir de ella.
Figura 1. Serie histórica de los ingresos por concepto de exportación de servicios médicos, 2008-2023.
Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group a partir por la información publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y CUBADEBATE.
La exportación de los servicios médicos, la principal fuente de ingresos del país, ha caído 78.12% en comparación con el valor alcanzado en el 2013 cuando computaron 10,420 millones, el mayor volumen en toda su historia.
Figura 4. Serie de envíos de remesas a Cuba, 2014-2023. Datos en millones de USD.
Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group.
Las remesas, la segunda fuente de ingresos en divisas, también ha sufrido un declive. Las remesas al país experimentaron una caída de 3.31% con respecto al 2022 (2,040.25 millones), al solo totalizar 1,972.56 millones de dólares. La cifra alcanzada en el 2023 representa una caída de 46.93% en comparación con el 2019, año previo a la pandemia.
La disminución de las remesas está directamente relacionada con la emigración masiva a partir de la represión tras las protestas del 11 de julio de 2021. El efecto bumerán de esta política ha sido doblemente perjudicial para el régimen, le ha reducido considerablemente una de las principales fuentes de ingresos y lo ha descapitalizado por la gran fuga de capital humano. La población se ha contraído, envejecido y disminuido su fondo de talentos y productividad. Hay que señalar que esta descapitalización de los recursos humanos se observa en todos los sectores de la sociedad.
Hay gran déficit de maestros. Se observa falta de personal calificado en el sistema de salud: médicos, enfermeras, técnicos de laboratorios, terapeutas, etc. Esto se extiende a la industria azucarera, el turismo y el sistema energético nacional. Incluso es notable en el sistema de justicia. En este sentido, el propio titular del Tribunal Supremo de Justicia Remigio Ferro reconoció recientemente que el completamiento de los jueces está al 69% en el país.
Por otro lado, la recuperación del turismo luego de la pandemia ha sido un gran fracaso. Los resultados alcanzados por la industria turística cubana en el 2023 (2,436,979) son comparables a los obtenidos hace 15 años cuando en el 2009 registró la llegada de 2,429,809 turistas.
Figura 5. Arribo de turistas a Cuba, 2007-2023
Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group a partir de la información publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) y otras fuentes.
La gran ola migratoria afectó a la cantidad de turistas. En el 2023 visitaron el país 358,480 cubanos residente en el exterior, lo cual representó 42.55% menos que la cifra alcanzada en 2019, año previo a la pandemia. Esto representó la llegada de 265,495 viajeros menos.
Figura 6. Arribo de turistas a Cuba, 2019 Vs. 2023
Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group a partir de la información publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) y otras fuentes.
En el primer trimestre de 2024 esta tendencia al declive ha aumentado. La cantidad de cubanos residentes en el exterior que visitaron la isla fue de 75,382, lo cual representa 46.51% menos que en igual período del 2019, cuando recibieron 140,938 viajeros.
Figura 7. Arribo de turistas a Cuba, enero-marzo (2019 Vs. 2024).
Fuente: Elaborado por Havana Consulting Group a partir de la información publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) y otras fuentes.
Esta realidad constituye un duro golpe a la economía cubana, pues los cubanos residentes en el exterior es el segmento turístico que mayores ingresos per cápita genera a la industria turística cubana.
Uno de los errores estratégicos más graves cometido por el régimen cubano ha sido el apoyo a Rusia en la guerra genocida a Ucrania. Esta apuesta ha borrado prácticamente el turismo europeo de la isla. La llegada de viajeros de los principales cinco emisores de turistas de Europa a la isla (Italia, Francia, Alemania, España e Inglaterra) han tenido un profundo declive en los últimos tres años. Si comparamos el primer trimestre del 2019 con el del 2024 vamos a constatar un declive de 67.45%. De 260,266 turistas recibidos en el primer trimestre del 2019 pasó a ser de 84,713 en igual período el 2024. Esto significa que han viajado 175,553 turistas menos de estos mercados.
La apuesta al turismo ruso ha sido un fracaso. Aunque la llegada de turistas rusos ha experimentado un crecimiento de 41.66%, la cantidad de turistas rusos llegados al país (66,887) no compensa la caída del turismo de los principales cinco mercados emisores europeos a Cuba. Ver Figura 8.
Figura 8. Comparación del arribo de turistas a Cuba procedente de los cinco principales mercados emisores de turistas de Europa (Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y España) Vs. El turismo ruso, 2019-2023.
Fuente: Oficina Nacional de Estadísticas e información (ONEI).
La debacle de la industria turística se refleja en la caída de los ingresos desde el 2017 hasta nuestros días, a pesar de las multimillonarias inversiones realizadas en el sector en los últimos años. Es importante resaltar que la caída de los ingresos comenzó un par de años previos a la pandemia. El COVID-19 sepultó a la industria turística cubana y desde entonces no ha podido alcanzar las cifras de ingresos obtenidas en los años previos a la pandemia. En contraste con la espectacular recuperación que han tenido los principales competidores de la región del Caribe, la de Cuba ha sido un desastre. En el 2023 los ingresos de la industria fueron 45.29% menores que la cifra recaudada en el 2019, año previo a la pandemia. Los ingresos obtenidos en el 2023 fueron de 1,216.05 millones de dólares, 2.61 veces inferior a los ingresos alcanzados en el 2017 (los más altos de la historia) que fueron 3,185.90 millones de dólares.
Los ingresos alcanzados en el 2023 (1,216.05 millones de dólares) están muy por debajo de los alcanzados en el 2008, hace ya 15 años, cuando computaron 2,090.4 millones de dólares. Ver Figura 9. Esta involución de la industria es el vivo retrato de la incompetencia del gobierno cubano en lograr sacar adelante la economía del país.
Conclusiones
La caída estrepitosa de las tres principales líneas de ingresos del régimen cubano de forma conjunta en más de un 50%, lo han adentrado a toda prisa en la fase final de su actual estado terminal. La incapacidad funcional del gobierno cubano de implementar mecanismos efectivos para transformar la economía del país y apaciguar esta crisis multisistémica que lo tiene al borde del colapso, es la prueba viva de que el régimen cubano es totalmente disfuncional.
De esa misma manera lo ven sus aliados políticos, pues ninguno de ellos está dispuesto a llevar a cabo un rescate económico a gran escala que les permita sobrevivir ni siquiera en el corto plazo. Los oligarcas cubanos no tienen la capacidad de adaptarse a los cambios, prefieren su sistema anacrónico para mantener el poder. Por eso, ni modelo ruso, ni modelo chino, ni modelo vietnamita han sido puestos en práctica en como nuevo sistema de gobernanza para mantener el poder político abriéndose a la economía de mercado, como lo han hecho desde hace muchos años sus principales aliados políticos.
La masiva estampida migratoria cubana ocurrida después de las protestas del 11 de julio y que ha puesto fuera el país a 1.79 millones de cubanos ha descapitalizado el país desde el punto de vista financiero y de recursos humanos.
La metamorfosis que ha realizado el castrismo al pasar de estado socialista a un estado mafioso a través de la consolidación de GAESA como el verdadero poder político y económico en la isla, ha llevado al país a su destrucción total. Hoy, no solo sus industrias están en ruinas, también su capital político. El PCC se ha quedado sin cantera para reciclar. Muchos de los viejos militantes de ultranza ya no creen ni en el partido, ni en sus dirigentes, ni en la ideología. Mas bien desean un profundo cambio en el país.
El horizonte pinta negro para los protagonistas aun vivos de los sucesos del 26 de julio y sus actuales seguidores. En su ceguera política y su terquedad ideológica no están viendo venir el gran tsunami de cambio que se acerca producto de sus propias incompetencias.
En resumen: pasadas siete décadas del asalto al cuartel Moncada que dio inicio a la revolución de Fidel Castro, Cuba vive una aguda crisis humanitaria que ha sumido en la miseria al 89% de la población y que tan solo en dos años ha provocado que 1.79 millones de ciudadanos abandonen el país. El sistema cubano ha colapsado. El estado cubano es disfuncional y está en bancarrota. El gobierno cubano es mediocre y carece de liderazgo. La élite de poder cubana es impermeable a la crítica. Su caída, por una vía u otra, es inevitable.
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