Cuba Siglo 21 considera que en el actual contexto del colapso sistémico nacional es altamente probable que en meses venideros se desencadenen hechos que incidan sensiblemente en la gobernabilidad del país. Por esa razón, atribuimos especial importancia a la denuncia y propuesta contenida en este documento del Movimiento Cubano de Militares Objetores de Conciencia.
Mensaje a las FAR del movimiento cubano de Militares Objetores de Conciencia (MOC)
Hermanos de armas,
En 2024 existe la posibilidad de un nuevo amanecer para nuestra patria o que se inicie una etapa aún más tenebrosa que las que hemos conocido hasta hoy.
El Partido Comunista de Cuba no gobierna como declara el Artículo 5 de la Constitución. Una nueva clase oligárquica –que con GAESA controla el 70% de las riquezas nacionales y el 95% de las transacciones financieras– se ha apropiado del poder real y ha dado la espalda a las necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda, educación, orden público y otras indispensables que esa Constitución formalmente ampara.
El pueblo cubano padece la dictadura totalitaria de una oligarquía mafiosa, parasitaria e irresponsable que solo defiende sus intereses. El resto, comenzando por el propio partido comunista, el gobierno, la Asamblea Nacional y los tribunales, son pura escenografía y paisaje.
Asustados por la explosión popular del 11J, han alentado un constante éxodo en la ilusión de deshacerse de focos de rebeldía, pero la persistencia de las protestas demuestra que no podrán impedir nuevas explosiones sociales. Ellas son inevitables en este sistema disfuncional y colapsado.
Sabemos que los allegados al núcleo central de esa nueva élite oligárquica están convencidos de que Raúl Castro morirá en 2024. También supimos que ya evalúan alternativas para liquidar a todo potencial líder que pueda interponerse a su aspiración de mantener el control del poder.
La Contrainteligencia Militar (CIM) ha sido siempre su institución predilecta para esas conspiraciones. Allí hay algunos mandos corruptos y genuflexos, dispuestos a neutralizar a quien obstaculice las aspiraciones de la familia Castro Espín y sus asociados –sea en las FAR, MININT, PCC o GAESA.
Apoyándose en CIM y otras instituciones, la familia Castro Espín y sus más allegados se apresta, incluso antes que muera Raúl, a iniciar una nueva purga para sacar del medio a quienes, por su trayectoria histórica, prestigio, nivel de información y/o mando de tropas, puedan interferir sus propósitos. Están usando medidas activas, como la de correr rumores y monitorear las reacciones ante ellos, a fin de identificar y neutralizar potenciales disidentes. Luego querrán como siempre ocultar sus acciones detrás de pandemias, accidentes, agresiones delincuenciales y otras invenciones. Lo sabemos, pero con ello no lograrán detener la creciente toma de conciencia entre los militares y el pueblo.
Quede claro:
Las FAR deben su lealtad al pueblo y es con él, no con una casta oligárquica, que estará siempre unido.
No hay “ordeno y mando” debido hacia aquellos superiores en rango que exijan atacar al pueblo.
Las FAR deberán proteger con sus armas a la población, no disparar contra ella.
Ayudar a sacar del poder a este grupo de ladrones es un mérito, no una traición.
La rebelión es un derecho constitucional vigente (Articulo 4): Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución.
No llamamos a un golpe militar, sino a ir de la Ley a la Ley. No deseamos violencia ni la convocamos, pero el modo en que se produzca el cambio dependerá de los opresores, no de los oprimidos. Pueden optar por el camino de Checoslovaquia y Polonia o el de Rumania.
Es legítimo para los militares cubanos y la ciudadanía, constituirse en un Comité de Salvación Nacional e invocar el Artículo 4 de la virtualmente difunta Constitución comunista de 2019 para derrocar el actual régimen mafioso y poner punto final a la larga noche del totalitarismo en Cuba. Una vez desalojada del poder la oligarquía se pondrá de inmediato en vigencia un conjunto de normas provisionales básicas que remplazarán la Constitución de 2019 y se procederá a integrar una comisión que prepare unas elecciones libres y otra que redactará la nueva constitución democrática la cual, una vez aprobada en plebiscito, regirá en lo adelante el futuro de la nación.
Desde el primer día del fin del totalitarismo podrá devolverse de inmediato la libertad a los más de mil presos políticos, así como poner fin al destierro y a la discriminación por razones ideológicas. Podrá fomentarse el ejercicio de la plena libertad e iniciativa económica para todos los cubanos sin exclusiones, se recuperará en breve la producción de alimentos y la salud pública y se podrá implementar un plan emergente para apoyar al sector de población más vulnerable, entre otras tareas urgentes.
La liberación del régimen totalitario permitirá desarrollar el país con las más modernas tecnologías y así incorporar finalmente la sociedad cubana a la nueva era de la información del siglo XXI.
¡Patria y Vida!
Enero 7, 2024
Militares Objetores de Conciencia
Imagen: Composición realizada con “Regalos” del artista cubano Yunier P.