Infancia marcada por la escasez y la falta de libertad

¿Qué pasa cuando un joven lleno de sueños nace en un país donde no hay libertad económica ni democracia? Yoel Sardiñas lo vivió en carne propia. Creció en Cuba, en condiciones de pobreza extrema, atrapado en un sistema sin propiedad privada real, sin libre empresa ni acceso a mercados de capitales. Sus aspiraciones personales se deshacían bajo el peso del control estatal.

Primeros intentos de escapar

Durante siete años trabajó como mesero y logró ahorrar más de 7,000 dólares con el único objetivo de emigrar. Fue estafado y tuvo que empezar de nuevo. Con solo 1,000 dólares, llegó a Ecuador y abrió un pequeño negocio de ropa, donde sintió por primera vez lo que significaba generar ingresos sin miedo al Estado. Más tarde, arriesgó su vida para entrar a Estados Unidos escondido en el baúl de un camión.

Emprendimiento y adversidad en libertad

En Estados Unidos inició un negocio de transporte de vehículos. Aunque ganó dinero, el estrés lo llevó al borde de la muerte tras sufrir un aneurisma cerebral. Ese episodio lo obligó a replantearse el rumbo y buscar un camino más sostenible.

Del hambre en Cuba a los millones en Wall Street

En Cuba, los mercados financieros no existen y la acumulación de capital personal es castigada. En cambio, Yoel descubrió en EE. UU. la posibilidad de invertir. Aprendió con mentores, estudió en academias, quebró cuatro veces… pero nunca se rindió. Finalmente, convirtió 10,000 dólares en su primer millón. Hoy su fortuna supera los 30 millones y ha fundado Investep Academy, donde ha formado a más de 14,000 inversores latinos, de ellos en apenas 3 años ha creado 108 millonarios, y muchos de sus alumnos sobrepasan las cuentas de 6 cifras.

Un ejemplo del contraste cubano

La historia de Yoel no es solo una anécdota de éxito personal: es prueba de que el sistema cubano no permite prosperar ni soñar en libertad. Su éxito fue posible solo al escapar del bloqueo interno del régimen, ese que impide emprender, invertir, acumular patrimonio o elegir un camino propio.

Libertad como condición del sueño

Yoel no huyó únicamente del hambre: huyó de la falta de futuro. Su vida es un testimonio de que sin libertad económica ningún sueño puede crecer. En contraste con el inmovilismo cubano, su historia en Wall Street encarna el poder transformador de la libertad y la capacidad de los cubanos para crear riqueza e independencia cuando se les permite.