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15 de agosto de 2024 –El Dossier publicado por Cuba Siglo 21 “El Inútil mega fraude de Nicolás Maduro” expone las devastadoras consecuencias de las elecciones presidenciales venezolanas de 2024, que han sido ampliamente denunciadas como fraudulentas y carentes de legitimidad tanto dentro como fuera del país.
Emilio Morales, el autor del documento, detalla cómo el gobierno de Nicolás Maduro, en su intento por perpetuarse en el poder, manipuló descaradamente el proceso electoral, utilizando tácticas como la inhabilitación de candidatos opositores, la censura de medios de comunicación, y el uso de recursos estatales para su campaña. A pesar de estos esfuerzos, el incomparable nivel de fraude de estas elecciones ha dejado a su régimen en una profunda crisis de legitimidad.
Aunque el reiterado uso del fraude electoral le ha permitido a Maduro mantenerse en el poder hasta ahora, su gobierno enfrenta un futuro incierto. La resistencia interna y la presión internacional siguen siendo factores clave que podrían eventualmente forzar un cambio en la situación del país. Sin embargo, el autor considera que la injerencia de Cuba juega un papel importante en el desenlace del megafraude, porque el gobierno cubano considera crucial mantener a Maduro en el poder. Después de las elecciones, varios vuelos no programados desde La Habana a Caracas sugieren una intervención aún más directa de Cuba en la crisis.
Este análisis destaca que, aunque el gobierno de Maduro insista en el fraude, el camino hacia una Venezuela libre y democrática sigue siendo una posibilidad, impulsada por la resistencia y la presión global.
La situación en Venezuela es un problema neurálgico. Si Nicolás Maduro llega a consolidar el fraude socavaría la gobernabilidad regional e internacional. Venezuela se ha convertido en un narcoestado y plataforma de exportación de drogas a múltiples destinos mundiales. A EEUU a través de Centroamérica y México, y a Europa a través de rutas africanas.
“Convencer” a Maduro de que reconozca su derrota en las elecciones no es una tarea realizable solo con incentivos positivos. (Maduro recibió concesiones internacionales, como la liberación de narcos y levantamiento de sanciones, a cambio de promesas de elecciones libres, que luego incumplió). Morales considera que “El ejemplo de cómo fue sacado del poder otro narco presidente, Noriega, debiera quitarle el sueño a Maduro”. En todo caso, requiere, de forma complementaria, de potenciales “castigos” que puedan ser percibidos como poderosos y creíbles por el dictador y su entorno. Hasta que Maduro y La Habana no sientan sobre sus cabezas la amenaza creíble de esa presión seguirá insistiendo en la estrategia de resistir la trasferencia de poder a toda costa.
