De Playa, La Habana… a comenzar desde cero

Maivy Padrón nació en el municipio Playa, en La Habana. Hace 27 años emigró a Alemania sin hablar una palabra de alemán y sin red de apoyo. Como tantos en el exilio, comenzó trabajando limpiando casas y atendiendo en restaurantes, dispuesta a hacer lo que fuera necesario para forjar un futuro.

Descubrir una pasión y construir un sueño

Mientras cuidaba de una persona mayor en silla de ruedas, Maivy fue testigo del trabajo de una fisioterapeuta que cobraba 100 marcos por 45 minutos de servicio. Ese momento fue decisivo: supo entonces que quería convertirse en fisioterapeuta. Con el apoyo económico de su hermana y trabajando en fines de semana, aprendió el idioma, estudió y se graduó.

Tres clínicas al servicio de la salud y la familia

Hoy Maivy es propietaria de tres clínicas en Alemania: una de fisioterapia, otra de terapia ocupacional y una clínica estomatológica. Esta última llegó de forma inesperada: tras la muerte de una paciente querida, su esposo le pidió ayuda para vender la clínica. Aunque ella no era dentista, vio una oportunidad. Habló con su dentista y lo convenció de trabajar allí. Su visión convirtió ese espacio en un nuevo emprendimiento exitoso.

Amor y perseverancia como motor de éxito

En 2021 su madre sufrió una parálisis en Cuba. Lejos de resignarse, Maivy y sus hermanas la atendieron intensamente, primero en CIREN, en La Habana, y luego la trasladaron a Alemania, donde hoy goza de plena recuperación. Su experiencia la convierte en portavoz de un mensaje poderoso: “La vida es perseverancia y mucho amor”—y afirma que esa dedicación personal es lo que distingue a sus clínicas.

Un ejemplo del talento cubano floreciendo en libertad

La historia de Maivy Padrón refleja lo que puede lograr el talento cubano cuando se desarrolla en libertad: de empleos precarios a liderar centros de salud, con impacto positivo en su familia y comunidad. Su vida es un ejemplo de que el éxito sostenible nace del esfuerzo, la visión y el amor.


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