De La Habana al exilio
Juan Manuel Salvat nació en La Habana en 1931. Estudió en la Universidad de Villanueva y fue testigo de cómo la dictadura de 1959 cercenó libertades y persiguió voces intelectuales. Ante la imposibilidad de vivir en un país donde la censura sustituía al pensamiento libre, partió al exilio en la década de 1960 y se radicó en Miami.
Fundador de una casa para las letras cubanas
En 1965, junto a su esposa Marta, fundó la Librería Universal, un modesto local que se transformó en epicentro cultural del exilio cubano. Desde sus estantes, miles de libros prohibidos en la isla circularon entre los emigrados que buscaban reencontrarse con su historia, su literatura y su identidad.
La Librería Universal se convirtió no solo en un negocio familiar, sino en un verdadero refugio de la memoria cubana, donde se preservaron obras de autores silenciados y se publicaron cientos de títulos que el régimen trataba de borrar.
Editor y promotor cultural
Más que librero, Salvat fue editor y difusor cultural. A través de la editorial Universal publicó libros de historia, ensayo, narrativa y poesía que dieron voz al exilio y documentaron lo que ocurría en la Cuba bajo dictadura. Su labor trascendió lo comercial: fue un acto de resistencia cultural que sostuvo viva la identidad cubana fuera de la isla.
Legado de libertad
La obra de Juan Manuel Salvat demuestra que la cultura también es un campo de batalla por la libertad. Gracias a su trabajo, varias generaciones de cubanos en el exilio pudieron leer y transmitir un legado que en la isla se intentaba suprimir. Su historia es testimonio de que el talento cubano, cuando se desenvuelve en libertad, no solo prospera económicamente, sino que preserva la memoria y proyecta futuro.