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El Informe de Inseguridad Pública en Cuba 2023 proporciona una visión detallada del aumento de la criminalidad en la isla durante el año 2023. Este informe se basa en un minucioso sistema de monitoreo de denuncias, notas y declaraciones publicadas en redes sociales y medios tanto estatales como independientes, con el objetivo de verificar y triangular la información obtenida.

Contexto y Metodología

El informe subraya que la crisis en Cuba ha fomentado no solo un incremento del índice de criminalidad, sino también una cultura de la criminalidad. Este fenómeno está vinculado a varios factores, entre ellos, el cambio en los valores sociales y culturales, donde el respeto a la legalidad ha disminuido drásticamente, y la influencia de subculturas delictivas ha crecido, glorificando la vida criminal. La crisis en Cuba ha fomentado no solo un incremento del índice de criminalidad sino una cultura de la criminalidad.

Pese a no existir informes previos, puede afirmarse que el 2023 fue el año en que la criminalidad comenzó a ser reconocida como un problema en Cuba.

A lo largo de 2023, el OCAC monitoreó y recopiló un total de 649 reportes de crímenes en Cuba, lo que equivale a casi dos crímenes por día. Estos reportes incluyen una amplia gama de delitos, como robos, asesinatos, asaltos y agresiones, con una notable concentración de crímenes violentos en los meses de julio y junio, que fueron los más violentos del año.

Principales Hallazgos

El informe presenta un panorama alarmante de la situación de seguridad en Cuba. De los 649 reportes registrados:

  • 265 fueron sobre robos.
  • 197 estuvieron relacionados con asesinatos, dos de ellos dobles, lo que elevó la cifra de muertes a 199.
  • 124 se refirieron a asaltos.
  • 33 abordaron agresiones.
  • 30 se clasificaron como “otros”.

En consonancia con el hecho de ser la provincia más poblada del país, La Habana fue el lugar donde más crímenes de distinta clasificación ocurrieron durante el año: 90 robos, 45 asesinatos, 58 asaltos, 15 agresiones y 9 de otro tipo, para un total de 217 incidencias. Tanto en robos como en crímenes de otro tipo, Villa Clara se coloca en un segundo puesto, con 55 de los primeros y 7 de los segundos.

La segunda provincia donde más asesinatos sucedieron, después de La Habana, fue Guantánamo, con 18, seguida de cerca por Santiago de Cuba y Granma, con 16 cada una, y Matanzas, con 14. Por su parte, en materia de asaltos, Holguín ocupa el segundo puesto, con 18, sucedido por Villa Clara, con 14. En cuanto a las agresiones, Guantánamo, Matanzas y Santi Spíritus están en el segundo puesto con 3 cada una.

Es importante destacar que las autoridades lograron resolver un 58.78% de los casos reportados, aunque esta cifra varía según el tipo de crimen. Por ejemplo, se resolvieron el 69.57% de los asesinatos, pero solo el 47.46% de los asaltos, lo que refleja una disparidad en la efectividad de las fuerzas del orden en diferentes áreas.

En cuanto a la composición de los criminales identificados, el informe señala que la inmensa mayoría de los delincuentes fueron hombres (558), en comparación con solo 19 mujeres. Además, se identificaron delitos cometidos tanto de manera individual como en grupo, siendo más frecuentes los crímenes en solitario.

Victimología

Las víctimas de estos crímenes fueron diversas. se registraron 271 personas que sufrieron algún tipo de violencia, mortal o no, lo que incluye a 152 hombres, 80 mujeres, 24 niños y 15 ancianos.A lo largo del año, 443 personas fueron víctimas de crímenes en Cuba, 237 de los cuales eran hombres, 152 mujeres, 20 ancianos y 34 menores. De ellos, 199 murieron asesinados a causa de la violencia criminal: 87 hombres, 86 mujeres, 17 menores y 9 ancianos.

Factores Contribuyentes

El informe identifica varios factores que han contribuido al aumento de la criminalidad en Cuba:

  1. Cambios en los valores sociales y culturales: El respeto a la legalidad ha disminuido, y las subculturas delictivas han ganado influencia, promoviendo la violencia como una forma de resolver conflictos.
  2. Descapitalización y desprofesionalización de la policía: La falta de recursos y capacitación adecuada para las fuerzas policiales, junto con su subordinación a la policía política para reprimir la disidencia, ha reducido la efectividad en la prevención y control del crimen.
  3. Percepción de impunidad y corrupción: La percepción de impunidad dentro del sistema judicial y policial ha fomentado la criminalidad, ya que los delincuentes confían en su capacidad para cooptar jueces y agentes policiales.

Conclusiones

El informe concluye que para contener y reducir el aumento de la criminalidad en Cuba es esencial reconocer la gravedad del problema y abordar las causas estructurales subyacentes. Esto solo puede lograrse con un cambio integral del actual modelo de sociedad, transformando radicalmente las estructuras económicas, sociales y políticas del país. El documento advierte que, si no se toman medidas decisivas, la criminalidad seguirá en aumento, erosionando aún más la seguridad y la cohesión social en Cuba.

Este balance anual subraya la necesidad urgente de reformas profundas en el sistema de justicia y seguridad del país, así como un cambio en la estrategia gubernamental hacia la criminalidad. Solo mediante un enfoque integral y una voluntad política real se podrá aspirar a un impacto duradero en la contención y reducción de la criminalidad en Cuba.